La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una fuerza transformadora en el periodismo, planteando un debate global sobre si representa una amenaza existencial o una oportunidad sin precedentes para la profesión. Según un informe de la UNESCO (2024), la IA tiene el potencial de aumentar la eficiencia en las salas de redacción hasta en un 40%, al automatizar tareas repetitivas y facilitar el análisis de grandes volúmenes de datos.
Sin embargo, esta herramienta no está exenta de riesgos. La misma tecnología que optimiza procesos puede ser utilizada para crear y difundir desinformación a gran escala, además de generar preocupación por la posible pérdida de empleos tradicionales en el sector. En el contexto venezolano, caracterizado por la censura y la crisis mediática según Reporteros Sin Fronteras (RSF, 2025), la IA también emerge como una aliada para los medios independientes, que pueden utilizarla para verificar información, detectar fake news y amplificar mensajes en entornos restrictivos.
La conclusión de los expertos es clara: la clave reside en un enfoque equilibrado. La IA debe ser empleada como un complemento a la labor humana, no como un sustituto. Mantener un riguroso rigor ético, la verificación humana de los hechos y un firme compromiso con la transparencia son indispensables para aprovechar los beneficios de la tecnología sin comprometer la esencia y la integridad del periodismo.
Podcast
No responses yet