La electricidad es una de las fuerzas más poderosas que transformó por completo la forma en que vivimos desde su descubrimiento en el siglo XIX. Este fenómeno natural permitió el desarrollo de tecnologías que hicieron posible la iluminación, la comunicación y el funcionamiento de múltiples aparatos en hogares y fábricas. Hoy la electricidad está presente en casi todo lo que usamos a diario.
Desde la lámpara incandescente hasta las redes eléctricas que suministran energía a ciudades enteras, este invento facilitó cambios sociales y económicos profundos. La electrificación permitió la automatización, mejoró la calidad de vida y abrió el camino para avances en medicina, comunicación y transporte moderno.
Además, la electricidad es la columna vertebral de la era digital, impulsando internet y dispositivos inteligentes. Sin ella, no podríamos imaginar el mundo conectado y tecnológicamente avanzado en que vivimos hoy, evidenciando su papel fundamental en el desarrollo humano contemporáneo.
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