Spiderman se convirtió en el superhéroe más cercano y querido por los niños venezolanos de los años 80. Sus aventuras en las series animadas y cómics mostraban a un joven común que, tras la mordida de una araña radiactiva, obtenía poderes increíbles. Los niños practicaban lanzar telarañas imaginarias y soñaban con trepar paredes, mientras los productos de Spiderman llenaban tiendas y hogares. Su mensaje de “un gran poder conlleva una gran responsabilidad” dejó una profunda enseñanza sobre humildad, sacrificio y valentía. Spiderman fue el amigo y vecino ideal, el héroe que todos querían tener cerca y que marcó una época de sueños y aventuras.
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